Había una vez, en un pequeño pueblo anidado entre los bosques susurrantes y las colinas de Argentina, una leyenda que los ancianos solían contar.
Hablaban del Lobizón, una criatura de la noche que una vez fue hombre pero que está maldita para vagar por la tierra bajo la pálida luz de la luna llena. Y esta noche, querido mío, bajo el resplandor de la luna fuera de tu ventana, compartiré contigo la historia del Lobizón, tal como me la contaron cuando tenía más o menos tu edad.
Verás, el Lobizón no es una criatura cualquiera; se dice que una vez fue el séptimo hijo, nacido en una familia sin hijas entre medio. En los pueblos de Argentina, la gente creía que este séptimo hijo estaba destinado a convertirse en el Lobizón, un ser tan temible como un hombre lobo, vagando por el campo en busca de paz que nunca podría encontrar.
Pero nuestra historia no comienza con el miedo o las maldiciones. Comienza con un joven llamado Mateo, el séptimo hijo de una familia amorosa. Mateo era bondadoso y valiente, pero a medida que crecía, se acercaba cada vez más a su destino.
Cuando la primera luna llena se levantó después de su decimotercero cumpleaños, Mateo sintió un extraño tirón hacia el borde del bosque, donde las sombras bailaban y la noche cantaba sus canciones silenciosas.
Intentó resistir, pero la maldición del Lobizón era demasiado fuerte, con la luna alta en el cielo, comenzó la transformación de Mateo. Sus gritos llenaron la noche mientras se convertía en una criatura de leyenda, su humanidad iba desapareciendo bajo el pelaje y los colmillos.
Pero aquí es donde la historia toma un giro, pues Mateo, incluso como Lobizón, recordaba el calor del amor de su familia. Se negó a dejar que la bestia dentro de él ganara, cada noche luchaba contra la oscuridad, protegiendo a los mismos aldeanos que le temían, manteniendo alejados los verdaderos peligros que acechaban en las sombras.
La gente pronto notó que, incluso en las noches más oscuras, cuando el Lobizón vagaba, estaban más seguros que nunca antes. Los susurros de gratitud reemplazaron los susurros de miedo. Se dieron cuenta de que Mateo, su Lobizón, no era un monstruo al que debían cazar, sino un guardián que venerar.
Pasaron los años, y Mateo aprendió a vivir con su maldición, encontrando equilibrio entre hombre y bestia. Se convirtió en una leyenda, una historia contada para recordarnos que incluso ante el miedo, siempre hay esperanza, y que a veces, nuestras pruebas más difíciles revelan nuestra verdadera fuerza.
Así que, querido mío, mientras te vas a dormir, recuerda a Mateo, el Lobizón, no como una criatura de la noche, sino como un símbolo de coraje y protección. Y sabe que en la oscuridad, siempre hay luz, así como en cada cuento de miedo, hay una lección de amor y valentía.
Buenas noches, duerme bien, y deja que la historia del Lobizón guarde tus sueños hasta la luz del amanecer.
Vocabulario
- Leyenda (Legend)
- Susurrantes (Whispering)
- Maldición (Curse)
- Luna llena (Full moon)
- Destinado (Destined)
- Hombre lobo (Werewolf)
- Vagar (Roam)
- Bondadoso (Kind-hearted)
- Valiente (Brave)
- Pelaje (Fur)
- Colmillos (Fangs)
- Oscuridad (Darkness)
- Guardián (Guardian)
- Equilibrio (Balance)
Preguntas
- ¿Quién es el Lobizón según la leyenda contada en el pueblo?
- ¿Por qué Mateo se convierte en el lobizón?
- ¿Cómo intenta Mateo resistirse a su maldición?
- ¿Qué cambia en la percepción de los aldeanos sobre el Lobizón?
- ¿Qué lección nos enseña la historia de Mateo y su transformación en Lobizón?