Hace mucho tiempo situado en las antiguas tierras de España, vivía un joven noble llamado Don Juan.
Era apuesto, encantador y podía conquistar a cualquiera con sus palabras suaves y espíritu audaz. Pero Don Juan tenía un lado oscuro, no usaba su encanto para el bien, sino para seducir mujeres, rompiendo corazones y dejando caos a su paso. No le importaban los sentimientos de los demás ni las consecuencias de sus acciones. Todo lo que le importaba era su propio placer y diversión.
La reputación de Don Juan como rompecorazones se extendió por todas las aldeas. Se colaba en las casas de las damas nobles, susurrando dulces mentiras y haciendo promesas falsas. Muchas mujeres caían en sus trucos, creyendo que habían encontrado el amor verdadero, solo para ser abandonadas con el corazón roto.
Una noche, Don Juan hizo algo que sellaría su destino. Sedujo a la hija de un poderoso noble y luego mató a su padre en un duelo cuando fue confrontado. Riéndose de la maldición del noble moribundo, Don Juan creía que era intocable, que nadie podría llevarlo ante la justicia.
Pero el destino tenía otros planes para èl. Según la leyenda, una tarde, Don Juan y su sirviente tropezaron con una estatua en un cementerio, la estatua del noble que había matado. En un arranque de arrogancia y burla, Don Juan invitó a la estatua a cenar, sin esperar que ocurriera nada. Para su sorpresa, la estatua asintió en señal de aceptación.
La noche siguiente, mientras Don Juan festejaba con amigos, hubo un golpe en la puerta. La habitación se quedó en silencio cuando la estatua del noble entró, un recordatorio escalofriante de los pecados pasados de Don Juan. La estatua, hablando con una voz estrepitosa, ofreció a Don Juan una oportunidad para arrepentirse de todas las decisiones que había tomado a lo largo del camino. Pero Don Juan, siempre desafiante y orgulloso, se negó.
Con esa negativa, el suelo bajo Don Juan se abrió, y llamas surgieron, arrastrándolo a las profundidades del infierno. Sus amigos miraron con horror cómo Don Juan era tragado por el pozo de fuego, su risa se convirtió en gritos. El una vez orgulloso e intocable Don Juan encontró su perdición, castigado por su vida de engaño y desafío.
Y así, la leyenda de Don Juan nos enseña que no importa cuán encantador o poderoso uno pueda ser, las acciones tienen consecuencias. El respeto y la bondad hacia los demás es lo más importante, y la arrogancia puede llevarnos a la perdición.
Así que recuerden, amigos, siempre deben tratar a los demás con respeto y pensar en las consecuencias de sus acciones. El cuento de Don Juan nos recuerda que la verdadera fuerza radica en la bondad y la humildad, no en el encanto y el engaño.
Vocabulario
- Arrepentirse – To repent
- Arrogancia – Arrogance
- Cementerio – Graveyard
- Consecuencias – Consequences
- Corazones rotos – Broken hearts
- Destino – Fate
- Encantador – Charming
- Estatua – Statue
- Intocable – Untouchable
- Llamas – Flames
- Maldición – Curse
- Noble – Noble
- Perdición – Doom
- Placer – Pleasure
- Seducir – To seduce
Las Preguntas
- ¿Quién era Don Juan y cómo usaba su encanto?
- ¿Qué hizo Don Juan que selló su destino?
- ¿Qué le ofreció la estatua de noble a Don Juan cuando apareció en la cena?
- ¿Cómo reaccionó Don Juan a la oferta de la estatua?
- ¿Cuál es la lección principal que nos enseña la leyenda de Don Juan?