Hace mucho tiempo, en la antigua ciudad de Salamanca, había una cueva oscura y secreta escondida bajo la vieja Iglesia de San Cebrián.
Esta cueva estaba envuelta en misterio y temor, ya que se decía que era la guarida del mismo Diablo. Los habitantes del pueblo susurraban que cualquiera que entrara en la cueva encontraría magia oscura y conocimientos prohibidos.
En esos días, había un joven y ambicioso estudiante llamado Fernando. Era curioso y ansioso por aprender todo lo que pudiera sobre el mundo, especialmente los secretos que se escondían en las sombras. Cuando escuchó los rumores sobre la Cueva de Salamanca, no pudo resistir la tentación de explorarla.
Una noche sin luna, Fernando se dirigió a la entrada de la cueva. Su corazón latía con miedo y emoción mientras descendía a la oscuridad. Dentro, la cueva estaba fría y húmeda, con extraños símbolos grabados en las paredes y un leve olor a incienso quemado en el aire.
A medida que Fernando se adentraba más, encontró una cámara oculta donde otros siete estudiantes estaban reunidos alrededor de una figura misteriosa envuelta en negro. Esta figura no era otra que el Diablo, quien había tomado la apariencia de un profesor. El Diablo ofreció enseñarles magia poderosa y los secretos del universo, pero había un precio que pagar. Cada estudiante tenía que acordar servir al Diablo durante siete años después de completar sus estudios.
Cegado por su sed de conocimiento, Fernando aceptó los términos del Diablo. Él y los otros estudiantes comenzaron sus lecciones, aprendiendo hechizos y encantamientos que desafiaban el orden natural. El tiempo pasó, y los poderes de Fernando crecieron, pero también su sentido de temor. Se dio cuenta demasiado tarde del terrible precio de su ambición.
Cuando los siete años terminaron, el Diablo regresó para reclamar lo suyo. Fernando, desesperado por escapar de su destino, ideó un plan astuto. Sabía que el Diablo estaba sujeto a ciertas reglas y podía ser engañado si uno era lo suficientemente inteligente. La noche en que el Diablo vino a reclamar su alma, Fernando usó su magia para crear una poderosa ilusión, haciendo parecer que había desaparecido en el aire.
El Diablo, furioso por haber sido engañado, maldijo a Fernando para que viviera escondido por el resto de sus días, sin poder revelar nunca su verdadera identidad. Fernando huyó de Salamanca, llevando consigo el conocimiento que había adquirido pero siempre perseguido por la oscuridad que había abrazado.
Los habitantes de Salamanca pronto se enteraron de los oscuros eventos que habían ocurrido bajo sus pies. La cueva fue sellada, y la Iglesia de San Cebrián fue abandonada, dejada como un recordatorio sombrío de los peligros del conocimiento prohibido y las consecuencias de tratar con fuerzas oscuras.
Y así, la leyenda de la Cueva de Salamanca vive, una advertencia para aquellos que buscan poder a cualquier precio. Nos recuerda que algunos secretos es mejor dejarlos sin descubrir, y que la búsqueda del conocimiento nunca debe venir a expensas de nuestra alma.
Mientras te sientas aquí junto a la fogata, recuerda este cuento. La curiosidad es una cosa poderosa, pero debe ser temperada con sabiduría y precaución. Porque hay sombras en este mundo que no estamos destinados a explorar, y a veces, el mayor conocimiento es saber cuándo alejarse.
Vocabulario
- Advertencia – Warning
- Cámara – Chamber
- Conocimientos – Knowledge
- Cueva – Cave
- Curioso – Curious Destino – Fate
- Encantos – Enchantments Figura – Figure
- Guarida – Lair
- Hechizos – Spells
- Ilusión – Illusion
- Oscuridad – Darkness
- Prohibido – Forbidden
- Símbolos – Symbols
- Temptación – Temptation
Preguntas
- ¿Dónde estaba escondida la cueva secreta de Salamanca?
- ¿Qué ofreció el Diablo a los estudiantes a cambio de su servicio?
- ¿Qué hizo Fernando para intentar escapar del Diablo?
- ¿Qué maldición impuso el Diablo a Fernando?
- ¿Qué hicieron los habitantes de Salamanca después de enterarse de los eventos en la cueva?